domingo, 20 de septiembre de 2020

La excusa de la noche

 

Soy el devenir de un día de nostalgia

soy tu aliento

hecho pasión

soy la calma de tus aguas

soy el trascurrir

de un día duro

-camino gastado-

me paseo por tu delirio.

Soy el que bebes

soy el café de madrugada

soy la excusa de la noche

palpitar de ideas

soy la noche entre tus brazos

soy el aliento de tu vida

soy la piel

soy el quejido

soy el éxtasis del encuentro

soy la llama de tu aliento

soy el canto de tu vientre

soy el deseo de tus piernas

soy tantas cosas que mejor no despertar.

💧

Un melodía/

en medio de mi pecho/

Mi alma

💧

El sol/

entre tus ojos/

Mi risa

💧

El misterio del agua/

en mi vientre/

Una caricia


Warmi


Mis ojos se detuvieron en la calma de sus aguas

diosidad de mi memoria.

Mujer-esposa recorriendo los peldaños hacia la libertad anhelada;

yo,

atada a mis recuerdos.

El Titicaca velando mi fría mañana,

mis pasos ansiosos,

mi corazón ardiente.

Yo,

y el amor sin límite entre un Perú y un Bolivia

se impregnó en mi respiración y una bocanada de vida me abrazó.

Mi cuerpo se permitió arrullado por el viento y

mis ojos tocaron la piel de las rocas;

y una cruz de piedras, me sonrió;

¡Mujer-madre!,

gritaron mis ancestros.

Yo,

respondió una lágrima desvaneciéndose

por mi rostro.



Fluir como el viento


El viento abrazará el misterio de mis aguas;

y me sumergirá en mi propia historia

y allí me someterá a juicios y menciones;

Entonces,

Dibujaré un océano en mi vientre

y me enraizaré en mi propio cuerpo

para que sea mi voz la que cante.

Y lento;

respiraré lento...


Crearé un mundo de amor

con seres del mar y de la tierra y del aire

y del fuego y de lo que no es y de lo que fue,

como una comunidad despierta,


Dejaré de crear pasados que ya no son,

y futuros que no vendrán.

Porque ahora;

sutiles pensamientos me pueblan

como a una unidad de hombres y mujeres pensantes


El Amor me ensancha el corazón con latidos viajeros

de solo pensar, pensar

el rio de mis venas me sonríe

y sonrío ante el fuego de mi vientre,

que he dibujado con la acuarela del mar,


Abro mi boca para saciarme de las gotas de lluvia

abro mis brazos como lo hacen las aves aprendiendo a volar

abro mi pecho para respirar el nuevo aire que cautiva mis pulmones

mis ojos se cierran para sentir mi cuerpo en el latido del Amor


Ante la magnificencia de la gran madre

mis pechos se postran en oración hacia la tierra.

Allí me quedo como la mujer agua

fluyendo en mi constante presente.


Jawira

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