sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Una experiencia con el teatro y la literatura! Bienvenidos y bienvenidas.

Soy águila pero también soy silencio, soy yo en el pleno conocimiento del ser mujer desde la tierra, con la tierra y para la tierra. Luego, con el viento, como lo hace el águila rompiendo bocanadas con su vuelo hermoso, desde las alturas y casi rozando la piel del cielo.



El mar me saluda y ese saludo es también para ti. Percibo el crujir de las olas que enamoran al primer contacto con las rocas, desde lo alto diviso un paraíso que la naturaleza ha hecho posible para que nosotros los seres humanos lo vivamos a intensidad. Me gustaría que estuvieras aquí; todo es inefable pero maravilloso. (Cap xvii. Remembranzas, por ríos de agua fresca)








La tierra me dio refugio cuando mi dolor se proyectó directo a sus entrañas y entonces sentí su calor para protegerme; los campesinos no somos naide sin la tierra, habría dicho mi padre, y ella me lo confirmaba. Cuando el cielo escuchó mis súplicas y se desprendió también en llanto, las nubes se desgarraron junto a mi tristeza y vi mezclarse mis lágrimas en un solo río de nostalgia. No supe cuánto tiempo estuve allí, sólo que la tarde se despidió silenciosa y mis ojos completamente secos la vieron marchar.




 







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