martes, 12 de junio de 2012

 Rompo este huevo y nace la mujer,
y nace el hombre, y juntos vivirán y morirán,
pero nacerán nuevamente,
nacerán y volverán a morir
y otra vez nacerán.
y nunca dejarán de nacer,
porque la muerte es mentira. 
Galeano


No sé si llueve o lloro o simplemente las nubes me desgarran a pedacitos.
El fuego está encendido, ella junto a él, una luz intensa se refleja en su rostro de años, mas allá de las montañas, de la sabiduría del abuelo, de los cantos del maíz; pero no es él es su efímero recuerdo saliendo de las llamas; entonces canta y llora.
Llora, canta y ahora.... habla y canta

Nos negaron nuestro cuerpo, nuestra intimidad, el placer, el deseo de los cuerpos ardiendo. ¡Oiganla...! como grita, como llora, como canta desde aquí, desde allí, desde siempre. Miren... allá va, con su espalda encorvada, sus senos escondidos. Ella es, usted, venga, es mujer linda de la tierra, ella grita como la Pacha mama grita cuando la penetran.



Pero no es de ahora, es de siempre, nuestro caminar, nuestros sueños pisoteados, nuestra dignidad mujer. Fueron ellos, mirenlos, ellos, hombres de barbas y vestidos, de escopetas y trozos de vidrios y rencores y rezos y cadenas, y cruces y dioses falsos; ellos... mirenlos, no se escondan, allí tras la embarcación olvidada, ellos no sólo nos rasgaron la paruma, nos rasgaron los sueños, el vientre ...nos partieron por mitad.

(la tierra es su refugio)

Ahora nos negamos a la vida, al placer de los cuerpos, al deseo que sólo nos pertenece, al amor propio porque hay muchas tareas que cumplir, porque ya no queremos mas esclavos para las minas, más soldados para el sistema, más hijos enfilando hacia un cementerio perdido.


Serás la mujer que ama, sueña, canta y llora; digna de su ser, que camina erguida por el centro de la selva de cemento, que no teme por sus senos pronunciados, por su vientre enardecido, por sus risotadas al aire. 
Ella, ella, nosotras, aquí, la de cuerpo redondo y piel tostada, la que la tierra parió hace tantos años y sigue pariendo..., resistiendo, creando, denunciando... otros quinientos diez años.
Lloro de alegría de ser ella, la misma, la que nació mujer entre las entrañas de la pacha mama, allí detrás de las montañas del maíz.

Porque tú eres mujer negra, blanca, mestiza, con rostros colorados, con labios gruesos, con alma sincera, con sueños en grande, tú la del cabello lacio, la cholita, la de gruesas piernas y labios carnosos; la de rostro fino, la que duerme, la que lee, la que maquina mil pensamientos, tú, la mujer, mujer que recorre los caminos del día a día, del que dirán, la que abraza a su marido con la misma pasión y el mismo fuego que sale de su mirada, con la pasión de un beso, la que sigue resistiendo, la que vende por la calle mientras canta, mientras llueve. la mujer semilla, la mujer sin senos, la de vulva rosada, vientre pronunciado, piernas delgadas; eres tú, mujer que ama la tierra así ya no estés con ella, con la madre, con marido, con hijos. Eres tú y eso es lo que importa. ¡Eres tú a pesar del mundo!




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